Este salón combina elementos modernos y clásicos con un gran sofá blanco como protagonista, contrastando con el suelo gris. Un mural de mármol oscuro añade dramatismo y se convierte en el punto focal. Las texturas aportan profundidad, mientras que las lámparas de diseño añaden luz y sofisticación. Cada pieza equilibra lo moderno y lo clásico, ideal para el descanso y la convivencia.